Aire

Te mantienes estático, ingrávido, horizontal, deambulando perpetuamente, flotando, navegando.

Porqué debiera haberlo sabido? Por tus ojos. De alguna manera lo sabía, esas cosas se saben, de la mejor manera ocurrió, de aquello que no se conoce, hasta para eso eres sutil, hasta tus mutaciones son sensibles. Simples, bellas, transformas el odio en tranquilidad y truecas el amor en olvido.

Tranquilamente como te conocí, te vas, tranquilamente te alejas, como el fantasma que siempre fuiste, como el idealismo soñado, con la certeza del desencanto. Sin alarmas, sin sorpresas, te vas, te alejas, y valoro y agradezco, sobre todo, la sutileza que utilizas en olvidarme.

Recuerdas, cierto, Kurt? Recuerdas cada una de las palabras que te dije, sé que entendías mejor que yo lo que te decía, sé que entendiste cosas de mi que yo tal vez nunca sepa. Sabes o tal vez no lo sepas nunca que entiendo todas tus decisiones, tus silencios, tus ausencias tan bulliciosas, cada una de tus miradas plagadas de símbolos, tus secretos, tus vidas, tus muertes. Sabes que no nos enaltecimos, sabes que lo primero que vimos en nosotros fueron nuestros defectos, sabes que jamás nos idealizamos y que tampoco lo haremos, sabes que ese era el momento y el lugar. Porque continuamos cerca?. Porque el desamor no siempre se sufre, porque los perdedores no siempre lloramos, porque no siempre se odia al que te olvida . Porque gano más con la sutileza de tu silencio, porque nadie me había olvidado con tanto respeto, porque el juego es limpio, porque no hay nada que reprochar, porque me alivia que no seas un fantasma, porque no cargo con “nuestro” nada, porque me haces ver el pasado como algo hermoso, porque me alivianas, me alivia que te vayas, me alivia que no te confunda, me alivia que ya no pienses en mi. (se que lo hiciste, jamás tus ojos han podido disimular), me alivia que no estes. Te quiero, y gracias a ti he vuelto a mis raíces más humanas, aunque jamás volvamos a conversar porque es un engaño hablar de cosas superficiales, aunque no podamos volver a mirarnos a los simples ojos, aunque ya no tenga nada que conocer de ti. Persigo la completa secularizacion y tú también. Y los dos, lo sabemos.