domingo, enero 20, 2008

2da Parte: El Retiro


Veintiuna farsas de cobardía
Cientocincuenta y tres horas de no dormir
De pesadillas, de vívidas pesadillas sin dientes
Sin manos, sin estrías, ni siquiera están las estrías.

Nuevamente, como un siglo
Cargando con las mismas ataduras liviánicas de siempre
De la ausencia que grita tanto
Y este silencio que se queda tan tranquilo
Tan enamorado de mi:
stay with me, me dice,
mientras lleno otro vaso de cerveza
la que no hace efecto,
la que no alcoholiza,
la que ni siquiera alcanza a subirse a la cabeza,
este trago va por ti, mi amor falso
y el siguiente por la soledad, por la más fiel de las perras.

Toma cada una de las palabras, de las noche escritas
De las idas y venidas
De las mutaciones, de los registros
Toma y llévatelos
Como esta simpleza
Como esta mediocre simpleza,
Cargada de estrabismos, de helechos,
de los ojos
más solos
jamás
vistos.
Esta lágrima va por ti, la siguiente por la Secularización
Que se mantiene pendiente, siempre ahí,
Me recuerda que la vía de ella está adentro, adentro,
Donde no has intentado llegar.
Y siempre es mejor así.

Se reabre el círculo, el espiral ha vuelto a venir,
Y el final se conoce,
se ha vivido cien veces el mismo
No será esta vez diferente y posiblemente
No lo sea ninguna de las otras veces que se avecinen
Comportarse como la puta
Como el papel tan bien ejecutado
Y conservar las raíces,
las cosas han tomado el mismo curso
Volver a las mismas camas fingidas de siempre,
De tantas otras
Tan
Tas

A la falta de orgasmo propio,
A la eyaculación en la cara (el cumshot es realmente barato)
A la desesperación del Hombre, del
Hombre y todos los milenios de inexplicable ingratitud,
del tan falto de amor, del tan falto de Madre.

Cada una de las palabras que ojala te anularan,
así ha sido antes,
Cada una de las muertes que se fueron
y de no las pequeñas muertes de Bataille (el gran muerto)
(L.P.M)
entrelíneas, entrelíneas que digo
no habrán más preguntas
ni más llamados, ni más presencias
ni más mentiras.
Ni las más felices de las mentiras,
Esta vez, corazón, no habrán
Más alarmas
Ni más sorpresas.

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