miércoles, enero 23, 2008

Twice

El Bloque llega a mi casa tarde, se ha bañado y huele a desodorante, su pelo está perfectamente limpio y deja la bicicleta a la vuelta, en el patio.

Se sienta y saluda a mi amiga, me parece estar carreteando con puras mujeres, el Bloque es impredecible, y uno debe intentar acercársele siempre, porque de 15 dos veces está dispuesto, y no hay seguridad que perder.

Llega Gonzalo y cambia completamente de actitud, comienza a comportarse como un macho sexista y se ve cada vez más convincente con cada trago del Pisco Malpaso: todo es estética, él lo sabe y yo saco más maní desde el centro de la mesa.

Gonzalo habla de la última mina que se atinó, hace una pausa y pregunta ¿la Valentina se fue?, mientras tomo al seco lo que queda de mi vaso de pisco con hielo y miro atentamente la pantalla del computador, con los ojos vidriosos de resignación, corrigiendo el poema más triste que haya escrito alguna vez.

Se va Romina, se va Gonzalo, sale el sol, me acerco al Bloque y lo beso, vamos a mi casa me dice, estoy triste – vamos – le digo y nos dirigimos, tal vez abrazados, tal vez de la mano, tal vez cada uno por su lado.

Entro (a él) el Bloque está confiando, le pasa cuando está alcoholizado, deja de ser una piedra y a pesar de no contarme ningún secreto esta vez me mira de frente.

****************************No me habla de nada, me dice que está nervioso, que está cansado, que no sabe que le pasa, yo le digo que no importa y es cierto, ambos nos buscamos para no dormir solos, para tener a quien abrazar, para no sentirnos los más desdichados, como todos los días de nuestras vidas.

Y lo conseguimos, siempre lo conseguimos.


4 ni un aporte:

Anónimo dijo...

Bonita tu historia, de gente que se cruza se encuentra y se pierde.
Una gozada para los sentidos.
Chao!

Alex dijo...

Concuerdo, la historia es buena, la narración muy triste en un carrete donde todos se pierden esta bien hecha, pero...¿nada más?.
Tu historia muere como historia pero no pasa a mas, le entregas al lector solo un relato que seguramente olvidará en una o dos horas.
¿Es ese todo el trabajo del escritor?
Saludos

Tontograve dijo...

Menage alone.

Reno dijo...

La típica historia de los pasajeros en trance.

* Muy bueno.