jueves, enero 03, 2008

El escepticismo también salva



El Bloque permanece con los ojos cerrados hasta el punto de no saber si duerme, pero no es así como pasa, no descuida ningún segundo la defensa y ha podido mantener la guardia alta sobretodo en los momentos en que el mundo asegura que bajó los brazos.




El Bloque no me mira cuando habla, toma con una mano el vaso con cerveza y con la otra busca un cigarrillo, mientras lo oigo leyendo lo que no me dice; trabajo imposible y perdido con él.




Dos veces le he visto sonreir, ultimamente mi memoria no falla, entre más estoico y escéptico, más creo que dirá lo que pasa, no puede fingir tanto rato,
en algún minuto caerá la máscara tan solo por cansancio.
Pero El Bloque no tiene máscaras.




Eyacula sin gemidos, desde el computador suenan las mismas ocho canciones una y otra vez, casi me las aprendo, estoy a punto de pararme y cambiarlas, pero por flojera, por desesperación, por falta de certeza, me quedo sobre su pecho oyéndolo respirar, y él suspira, suspira de cansado, suspira de desilusión, suspira por él y por todos los escépticos del mundo.
*
*
*
Le pregunto si duerme, abre la boca y ya se la respuesta, me dice que está cansado, que se cae de sueño, que no le molesta que vaya a verlo, que no saldrá si lo llamo. Le digo que prefiero ir a buscarlo, así lo obligo a salir, él sonríe (la grabo) y se excusa con que no se ha bañado, que no me acerque y me besa. Le digo que vaya a descansar, toma su chaqueta lentamente y con los ojos semicerrados, bosteza, lo dejo en la puerta y al voltearme recupera la perdida energía y se va corriendo.
*
*
Al día siguiente va a verme.

9 ni un aporte:

Pablo Rumel Espinoza dijo...

Y si la risa se grabó, ¿irá a cambiar esa misma sonrisa en unos 500 años más?

Si la sonrisa no cambia, quiere decir que la fotografía puede destruirse.

Unknown dijo...

Me gustó ese ir y venir entre el relato y la poesía. Ahora entiendo mejor la cita de Bolaño, no por su contenido, sino por el impulso de mantener un disculso poético a toda costa en los escritos.

Unknown dijo...

Uno puede distinguir desde la primera línea si el texto será bulla (desacato) o mierda. En tu caso, la primera línea es mierda. Lo que no significa que no te pueda querer, o que no pretenda, uno de estos días, leer los textos enteros y tratar de disfrutarlos a pesar de esa moneda, duramente incrustada, al principio de cada mezquindad. Pero un texto no puede ser mezquino. Política: cada poema como si fuera el último, decía Montané. Y hay que empezar por ganar, decía el hagakure. Eso, viniendo de una persona hipersensible como yo, que siente cada texto como si fuera realmente el último. No tienes porqué fijarte. Saludos.

Unknown dijo...

No se trata de que el texto sea bueno o malo. Está muy bien escrito. Es un buen trabajo. Si fuera otra persona, te felicitaría. Puedo felicitarte. Y te insto a seguir escribiendo. Lo releo y encuentro más cosas, es un buen texto.

Pero el problema es otro. Pero te insto a no hacerme caso.

Te dediqué un poema en mi blog. Reconocerás a un personaje en él. La dedicatoria no es vacía. También espero conocerte más.

No pierdas tus certezas por hueones. Te asombraría las maravillas que puedes descubrir si confías en que aún el texto con peor recibimiento de los que hayas escrito tenía que ser escrito.

"Besos".

CRKR dijo...

Tenís buen ojo ah .

Unknown dijo...

Nosotros con Camilo no somos la gran cosa.

¿Y si yo te pidiera de rodillas que te quedaras?
¿Y si escribiéramos juntos una carta en la botella?
¿Y si te pidiera que vengas a mi casa, nos tomamos una chela, nos reímos de todo esto?

No te vayas. Por favor, por favor, por favor.

Tus escritos son maravillosos. Yo los releo y cada vez me gustan más.

Como me pasó con Cortázar. Como me pasó con Bolaño.

Por favor no te vayas.

Unknown dijo...

Lo que pasa es que yo tengo una pésima forma de relacionarme con los escritos.

Lo que pasa es que nací deforme.

Lo que pasa es que a mí me ponen al sol al frente y a mi se me cae la baba rabiosa, cuando podría besarlo.

Notevayasnotevayasnotevayasnotevayas.

Te dediqué ese texto porque quería que fuera para ti.

Soy un enano deforme. Soy un grotesco súcubo maloliente.

Yo soy un oropel.

Pero ese texto me gustó mucho y quería que fuera para ti porque eso sí tenía valor. Un gran valor.

Así que... ya po. Quédate. Quédate. Quédate.

¿Te gusta Teillier? Son más de las doce.

¿Te gusta Lihn? Estamos vivos.

¿Te gusta Lira? ¿Te gusta Parra? ¿Te gusta Neruda?

No te vayas.

Unknown dijo...

El texto para ti, ya va
para novela. Le tengo muchas
ganas
a esa escritura.
Quizás Camilo sea un bravo
y doloroso dueño
de malas nuevas,
gritándote lo falso como la jaula
en un circo al que no fui
bien puesto,
o a sabiendas de que, como siempre,
sería por azar que encontraría a un tigre
solitario, herido y compasivo,
un tigre de mi corazón
con su ojo en mi frente,
pero yo sólo soy un enfermo
y es importante mirar al enfermo como ese
designio persecutorio que existe
para hablarnos, también, de salud.
No cabe en mi cabeza
(que es ancha y grande
y que se rebalsa mapochovioso)
el que tú te vayas a ir
de algo que te mira de vuelta
con su dragón en tu ojo.
Generaciones y regeneraciones, en términos
históricos
valen menos que una página en el diario; esa
que nunca fue tocada por mierda;
esa que nunca voló por el Centro de Santiago;
esa que nunca revisamos apurados
antes de tomarnos un café
con nuestro Padre Agonizante;
uno anda
volado de dolor
por qué-sé-yo cuánta herida santiaguina
de tumor urbano que tú
conoces,
y prefiere batir los brazos y hacer
de licuadora.
Pero sería muy injusto decirle vete
a la persona que te mantiene despierto,
y los ladridos entran por la piel
y alguna esperanza tonta se aparece
para ser desechada, como todas mis
esperanzas.
¿Usted también va a irse?
¿Usted le hará caso a la catástrofe
teniendo un alma de oro?
Le deseo buenos sueños, V.
Y de verdad espero que me cuente su nombre.
- Don M.

Unknown dijo...

Ya, y una última cosa antes de escribir ese texto, que, por culpa tuya se aplaza, y por culpa tuya se escribirá, en fin.

Lo que ocurre es que es muy impresionantemente cierto lo que hiciste, poner el comentario en ese poema. Cuando escribí ese poema te sentí en él, me imaginé, aunque suene... chistoso, que tú eras Bárbara Casas, una mujer que... conocí hace un tiempo, y por ti, supongo, por tu... presencia, energía... cometí la osadía de hacer las paces con esa locura; que tú fueras Bárbara Casas, que nos despidiéramos, que hiciéramos las paces.

Pero
tú no eres Bárbara, yo no
soy el de ese entonces.
Hasta es posible que tú seas hombre,
por eso de las ondas de Rumel...
En fin.

Eso quería que supieras, antes.
Un abrazo.